Unidad, la propuesta de Granier

Sergio Miguel León Morales


Antes de inaugurar ayer el discurso preelectoral rumbo a la gubernatura, el candidato priista Andrés Granier Melo planteó una relación de respeto y reconocimiento con todas las corrientes de información de masas en Tabasco, condiciones que se extenderán a lo largo de 85 días de una campaña sin rencores ni enemigos políticos, sino más bien en encuentros ciudadanos para la oferta de propuestas de desarrollo estatal, en una competencia cívica con adversarios, no enemigos políticos.

El candidato Granier inició así la tercera campaña del Pri tabasqueño en el nuevo siglo por la titularidad del Poder Ejecutivo de la capital del trópico húmedo, a través de un planteamiento moderno, coherente con las necesidades del Estado, como lo señaló ante casi trescientos representantes de medios que lograron acomodarse en 25 mesas circulares para desayunar en la más santa paz.

El encuentro del candidato con la Prensa criolla se dio en un espacio escénico de rígida elegancia, presidida por la sonrisa monumental del más popular de los candidatos, desde dos pantallas gigantes y un panel con la reproducción de la imagen corporativa de campaña con un llamado de Andrés Rafael, el químico –así, con ese desenfado que lo ha asentado en el más puro sentimiento popular- a “Une a Tabasco, Únete a Granier”.

El primero de los 85 días de campaña inició a las 9:10 de la mañana, cuando el candidato Granier llegó a la macro sala de Prensa en que se convirtió la sede del desayuno, acompañado de la senadora Gina Trujillo, presidenta del Pri estatal, y de su asesor Pedro Javier Reséndez Medina, quien antes de ubicar los reflectores prefirió la talacha de las relaciones públicas a favor de su causa.

Reporteros en todas sus modalidades, directivos, editores, concesionarios, fueron saludados por el candidato desde que arribó a la sede del encuentro, hasta que a las 9 y media de la mañana se colocó junto a 18 líderes de la información, flanqueado por Luis Antonio Vidal y Antonio Caraveo.
Doce cámaras satélite de televisión siguieron cada paso, cada expresión de la sonrisa en campaña y muchas, muchas cámaras fotográficas digitalizaron para la posteridad el avance priista hacia la ratificación en el Palacio de Gobierno.

En este primer momento formal de la campaña priista sólo faltó la firma de autógrafos, porque el candidato Granier se dio tiempo para posar junto a recias y recios reporteros de todas las fuentes que quisieron perpetuar la mañana y “ahí me la mandas después, manito, y me dices cuánto es ¿sale?”
Cuando el candidato logró ocupar su sitio en la mesa principal del evento, pudo con aparente tranquilidad degustar un café que logró calificar, previo a un desayuno integrado con jugo de naranja, plato de papaya maradol, machaca norteña con tocino y la infaltable canasta del panadero.

En la parte abstracta del inicio de la campaña, el debut de Paloma Rives como enlace de medios, el sube y baja del nervio propio de todo principio y, finalmente -¡¡uff!!- el químico produjo sus primeros mensajes grabado y en ‘vivo’ ante los medios.

Dos aplausos de intensidad moderada fueron ofrecidos al candidato como cortesía por parte de un espacio social un tanto refractario al elogio fácil, y de allí las dificultades para salir del salón, siempre bajo un intensa lluvia de flashes en una mañana lenta que dio paso a la fiesta solar para iluminar los caminos de esta nueva campaña por Tabasco.

(cronicasdelbosque@yahoo.com.mx)